El punto de partida de este proyecto era un piso de considerables dimensiones en el centro. Las propietarias, madre e hija adolescente, necesitaban un giro radical para la vivienda, con el objetivo de hacerla mas practica y actual, sin perder de vista un concepto basado en el diseño y la exclusividad.
Así, se optó por eliminar tabiqueria y practicar espacios diáfanos, presididos y articulados por elementos de diseño.
El microcemento, solid surface y panelados decorativos recrean un espacio capaz de albergar los gustos de dos mujeres de diferente generacion, que viven juntas y comparten, pero tambien necesitan gozar de su propio espacio. Eso es lo que pretende en este caso la arquitectura de la vivienda. Los colores cambian en funcion del usuario, con azules y beige para la madre y rosa o blanco para la hija.