Se trata de una vivienda de planta baja, situado en el campo en un terreno prácticamente plano, con unas vistas espaciadas. El diseño del edificio contó desde sus inicios con dos premisas innegociables por parte de los propietarios: la utilización de una arquitectura sana y saludable y respetuosa con el entorno y, por otra parte, la concepción de los espacios de tal manera que les permitieran desarrollando de una forma óptima su principal pasión, la audición musical y proyecciones audiovisuales.
Para resolver estos dos aspectos nos pusimos en contacto con los contratistas encargados de ejecutar la obra y con diferentes expertos en materia de construcción sana y bioconstrucción, para escoger apropiadamente la tipología de la vivienda, sus materiales y su posición e implantación en la parcel.la, entre otros aspectos.
Así, el emplazamiento de la casa evitó corrientes subterráneas de agua y buscó una adecuada orientación para facilitar la mejora en la “salud” de sus ocupantes. En cuanto a los materiales, la cal, la fibra o el “perlón” sustituir materiales usuales como el “potland” o el hierro corrugado.
En atención a la segunda demanda de los propietarios, el poder utilizar la propia arquitectura como facilitadora de una correcta audición musical, contamos con la inestimable ayuda del propio cliente, Miguel.
Cada reunión con él fue una clase magistral sobre cómo se podía optimizar de la mejor forma su afición. Nos ayudó con los materiales aislantes, absorbentes, nos aclaró cómo evitar reverberancias y participó en el diseño de unos espacios con proporciones eminentemente áureas.
Finalmente, un buen equipo de sonido y un oído educada hicieron el resto.