Este supone uno de los primeros proyectos en suelo rústico desarrollados por
arquitectura GMM. Es un proyecto que cuenta con especial aprecio por parte de nuestro
equipo, tanto por el cliente (que a día de hoy, doce años después, sigue confiando en nosotros
para desarrollar sus proyectos), como por la relevancia que supuso para el despacho en su
momento, ya que nos permitió un impulso en la zona de Manacor.
Se trata de una vivienda tradicional, desarrollada en dos plantas para potenciar las vistas desde
el promontorio donde se sitúa. Su forma en “L” permite desarrollar el programa en zona de día
y zona de noche, dando principal importancia al estar y zona de ocio, y permitiendo que la
planta piso disponga amplios dormitorios en suite con privilegiadas vistas.
Su orientación Norte-Sur permite la inclusión de la típica “clastra” mallorquina para el acceso y la
innegociable presencia del porche a Sur, con vistas a la piscina y al pueblo. La piedra mallorquina preside la vivienda, tanto en su interior como en su exterior, así como en
el majestuoso ajardinamiento compuesto de “marges” en piedra que se van escalonando para
salvar el sensible desnivel de la parcela.